EL CAMINO DE LAS OCAS

Los Natalies fuimos al parque de Santa Margarita y nos juntamos con otros colegios, entonces unos peregrinos no sabían como llegar a Santiago y nos dijeron si los ayudábamos. Tuvimos que hacer unas pruebas par ver si podíamos ayudar a los peregrinos para llegar a Santiago, y teníamos que rellenar el juego de la oca porque decían que antes ibas por el camino de las ocas. Una de esas pruebas trataba de ir bailando por un laberinto con una capa.; en otro había que hacer un gorro con papel de periódico al que le pegamos una concha de vieira del color del grupo. En otra era la de jugar con los palos y había que meter la pelota en un aro. Lo pasamos bien, tuvimos que encontrar muchas cosas, teníamos que poner dibujos y palabras en las historias y lo pasamos muy bien.

NUEVOS PEREGRINOS HACIENDO EL CAMINO

El martes pasado todos los grupos fuimos haciendo diferentes caminos de Santiago: el del Norte, Francés, Portugués y Vía de la Plata. Lo pasamos muy bien, casi parecíamos peregrinos de verdad que veníamos de distintos sitios de España y de países de aquí al lado. Moló mucho mientras ayudábamos a los Ludiágiles que hacían de otros peregrinos: algunos estaban con ampollas y ayudamos a curarlos; otros eran ciegos y les ayudamos a llenar su botella de agua; también colaboramos para entrar todos en un albergue; y por último también ayudamos a unos chinos a indicarles el camino porque habían perdido en la fuente su GPS.

Después de mucho caminar, todos conseguimos llegar a Santiago y sacarnos una foto en la Catedral.

ENCUENTRO LÚDICO ENTRE LOS NICKS Y LOS WILLYS

El lunes 8 de marzo, los Nicks recibieron la visita de los Willys del colegio Sal-lence. Para celebrar tan especial visita decidimos montar un circo y jugar con las diferentes profesiones que en él hay.

Después de explorar bien el espacio y las cosas que en él se encontraban, pusimos a prueba nuestro equilibrio realizando un recorrido con diferentes obstáculos; ¡menudos equilibristas estamos hechos!.

Al comprobar que nuestro equilibrio era bastante bueno decidimos convertirnos en malabaristas, acabando más pelotas en el suelo que en nuestras manos y en las manos de nuestros compañeros.

Lo que más nos gustó de todo fue convertirnos en peligrosas fieras; ¡qué miedo dábamos! Aunque a la hora de hacer de domadores conseguimos amansarlas un poco, alguna de las fieras seguían sin obedecer las órdenes de sus amaestradores.

Para terminar bebimos un líquido misterioso que nos convirtió por un momento en auténticos payasos risueños, bailábamos y reíamos sin cesar. La diversión estaba llegando a su fin y los Nicks, muy apenados, nos despedimos de nuestros buenos amigos los Willys.

Esperamos volver a verlos pronto.